Se acerca el mundial de fútbol. O se acerca la junta de comunidad de tu casa. O se acercan elecciones al gobierno de un país. O cualquier otra estupidez manifiesta. Da igual la magnitud. ¿Qué tienen todas estas en común? La principal es que hay tantos entrenadores, juntas o presidentes paralelos como personas lo ven, acuden o votan. El conflicto es evidente: los que lo ven, acuden o votan lo harían mejor que los que lo entrenan, ejercen o presiden. Y así desde el principio de los tiempos hasta el final de los mismos. Cansinamente. Punto.
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