Aunque se pongan todos los medios para ello, de vez cuando los trenes sufren retrasos inesperados por problemas en las vías, obras o por fallos mecánicos del tren. Además de los inconvenientes que esto genera, sobre todo para aquellos que usan los servicios de Renfe como un medio transporte para llegar a un aeropuerto internacional, muchas veces poco se sabe cuánto rato va a demorarse el tren en llegar a su destino.