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Pamplona, 11 oct (EFE). - La fiscalía ha renunciado a la acusación a A.A. por un delito continuado de abuso sexual por introducción de miembros corporales por vía vaginal abusando del retraso mental de una de las denunciantes mientras que su defensa ha pedido la total absolución en el caso que ha quedado visto para sentencia

En el escrito de conclusiones finales la fiscal ha pedido 21 años y 9 meses de cárcel por un delito de abuso sexual, un delito continuado de abusos sexuales y un delito de abuso con acceso carnal, todos ellos sobre menor de 16 años, así como un delito de exhibicionismo, un delito de elaboración pornográfico con una persona con discapacidad y un delito continuado de abuso sexual.

Aunque la fiscal ha considerado probado que con la denunciante que tenía 16 años en el momento de los hechos mantuvo encuentros en los que “tocó con sus dedos los genitales” de ella ha aclarado que no queda acreditado que le introdujera los dedos en la vagina.

No es así para la abogada de la afectada, que ha dado por acreditados estos hechos puesto que “así lo declaró ella en la prueba preconstituida, lo reitera en la vista” y también aparece reflejado en el informe pericial.

Ha mantenido también la fiscal la petición de nueve años de libertad vigilada, el pago de costas y una indemnización de 12.000 euros a cada una de las víctimas por los daños morales.

La defensa ha mantenido la petición de absolución al considerar que no han quedado probados los abusos puesto que solo se sostienen en las declaraciones de las víctimas, un testimonio que a su juicio no tiene validez, y que tampoco ha sido demostrado que él conociese la edad de las menores.

Se ha apoyado en que la entonces menor de 16 años ha añadido progresivamente hechos de mayor gravedad, que existen contradicciones tanto en su propio relato como en este en relación con el de la otra chica, que ha negado hechos probados por el testimonio de terceras personas, que no ha realizado un relato libre y que ha demostrado una “amnesia conveniente”.

En el caso de la otra chica ha aludido también a la existencia de contradicciones y hechos ilógicos así como afirmaciones contrarias a las manifestaciones hechas por terceros.

En lo referente al delito de exhibicionismo ha defendido que hay “voluntad y consentimiento” sin insistencia por parte del hombre y mandando la chica imágenes sin que él se lo pida. Sobre la elaboración de material pornográfico ha referido que “en ningún momento se ha documentado” y que las imágenes del ordenador solo demuestran que era usuario de pornografía.

La defensa ha mantenido también los atenuantes de dilatación indebida del proceso así como el de reparación del daño por la consignación de 800 euros por parte del acusado. Ambas no son dignas de consideración a juicio de la acusación al creer que la defensa ha contribuido en esta dilatación y que la cantidad es meramente simbólica comparada con los 24.000 euros que se piden.

La fiscal ha defendido que el hecho de que el acusado reconociese que estaba mal el envío de estas fotografías y vídeos es prueba de que “sabía que tenían una edad inferior a los 16 años” refiriendo además que él “no hizo nada para enterarse de la edad” por lo que “es claramente evidente que no quiso enterarse”

El abuso sexual virtual, ha referido, se produce “desde momento en el que se pide que se toque” y ve probado además que existe un embaucamiento de la menor de 16 años y una “marcada tendencia a que se pudieran materializar unas relaciones sexuales”.

Para el abogado de la víctima que en el momento de los hechos tenía 15 años el abuso con acceso carnal queda probado tanto por el testimonio de la chica, que “da datos” y presenta una “manifestación coherente y consistente”, como por conversaciones en las que el acusado dice cosas como “donde lo hice contigo”.

También para la abogada de la chica con discapacidad intelectual que en el momento de los hechos tenía 16 años “las declaraciones de las víctimas han tenido una coherencia a lo largo de todo el proceso judicial sin ninguna contradicción” y en el caso de que hubiese alguna se debe a la dilatación del proceso.

Sobre la proposición de hacer un trío el abogado de la menor de 16 años ha indicado que ha quedado acreditado tanto por conversaciones de Whatsapp como por el testimonio de ambas, que han coincidido en que se lo dijo mientras colocaba unas cajas.

El acusado ha aprovechado su turno de última palabra para asegurar que nunca ha querido hacer daño a nadie, ha dado a entender que la dilación del proceso le ha perjudicado puesto que son seis años que para él han sido “un infierno” y ha manifestado que no entiende cómo puede haber personas que hayan mentido en el juicio estando bajo juramento. 




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