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  • Varios expertos de VIU – Universidad Internacional de Valencia explican las claves de este tipo de intervención.
  • En España las mediaciones intrajudiciales en procesos familiares, penales, sociales y civiles se han mantenido de forma sostenida a pesar de la pandemia, según los últimos datos del Consejo General del Poder Judicial

La Mediación es el método alternativo de resolver conflictos cuya finalidad es llegar a la solución de una disputa entre partes evitando de alcanzar la instancia judicial. Se trata de un tipo de intervención que se conoce sobre todo en el entorno familiar, pero que ha ido ganando terreno en ámbitos como el civil, mercantil, penal o laboral. En España, según la última estadística del Consejo General del Poder Judicial, la evolución de las derivaciones de casos en los circuitos de la mediación intrajudicial evidencia que a lo largo de 2020 las derivaciones a mediación familiar, civil, penal y social se han mantenido de forma sostenida a pesar de la pandemia con un acusado descenso en algunos de los ámbitos. Así, los casos derivados han sido 2.737 en el familiar, 764 en el civil, 2.485 en el penal y 2.134 en el social.

En esta misma línea, el Plan Justicia 2030, la hoja de ruta puesta en marcha por el Ministerio de Justicia, apuesta en firme por la implantación de los Medios Adecuados de Solución de Controversias (MASC), entre las que se encuentra particularmente la mediación, al amparo del Programa de Eficiencia Procesal que contempla como uno de sus resultados estrella la Ley de Eficiencia Procesal del Servicio Público de Justicia.

 

Opinión de los expertos por el Día de la Mediación

Con motivo del Día Europeo de la Mediación, que se celebra este 21 de enero, un panel de expertos de la Universidad Internacional de Valencia formado por el Dr. Ignacio Valentín Mayoral Narros, Director de Desarrollo del Área de Jurídico de la Facultad de Ciencias Sociales y Jurídicas, la Dra. Cristina López López, directora del Máster Universitario en Mediación y Gestión del Conflicto y el Dr. Jesús Escrivá Cámara, coordinador del Máster Universitario en Mediación y Gestión del Conflicto, han reflexionado sobre el futuro de este método de resolución de conflictos.  En este sentido, los docentes explican que “la Mediación va más allá de unas sesiones profesionales en las que las partes en conflicto, con el apoyo de los mediadores y mediadoras, dialogan y resuelven disputas.

La Mediación es una manera de enfocar y gestionar los conflictos, las relaciones con los demás y con uno mismo, el día a día y la sociedad. De igual forma, la Mediación otorga a la sociedad un proceso alternativo a los tribunales”.

Definen este tipo de intervención como un instrumento favorable para la mejora del acceso a la justicia ya que ofrece una solución extrajudicial económica y rápida a conflictos en asuntos civiles y mercantiles a través de procedimientos adaptados. Asimismo, destacan que “se ha comprobado que el proceso de mediación da la oportunidad de gestionar conflictos cuando otras vías están cerradas” poniendo como ejemplo los casos prescritos o archivados.

Mediación durante la pandemia

Desde 2020, la situación de pandemia por el coronavirus viene afectando al ámbito de la Mediación de dos maneras distintas. Por un lado, ha aumentado el número de casos, pero por otro se hace más difícil la presencialidad. Es aquí cuando la Mediación ha demostrado su flexibilidad y resiliencia, ya que los mediadores y mediadoras le han dado más protagonismo al formato online. Así, una investigación llevada a cabo por Adrián Carpio Miró, alumno del Máster en Mediación y Gestión del Conflicto de VIU, cuyo objetivo era conocer el impacto de la COVID-19 en los mediadores en Cataluña durante la primera ola ha revelado que las personas mediadoras han dado continuidad a su trabajo, a pesar de las dificultades vividas teniendo que adaptarse a las medidas de seguridad que se han ido aplicando desde marzo y que siguen realizándose.

Además, Carpio, basado en la bibliografía revisada, explica que “la sociedad se encuentra ante una realidad preocupante por el aumento de la conflictividad social debido a la difícil situación económica que se avecina, más desahucios, más ERTES, más conflictos familiares, sumado a la saturación del sistema judicial y debido a ese colapso, se prevé un tsunami de demandas y litigios por lo que la mediación debe ser una alternativa de resolución de conflictos, ahora más que nunca”.

Ser conocida como un método alternativo, un reto para los mediadores

Sobre los retos a los que se enfrenta la Mediación, el grupo de docentes expertos de VIU subraya que dar a conocer este tipo de herramienta como un mecanismo alternativo de resolución de conflictos es uno de los principales desafíos. “Es clave que la mediación se perciba por los ciudadanos como una herramienta real y absolutamente eficaz para la resolución de todo tipo de problemas, más allá de la mediación en los conflictos internos de pareja o en el seno familiar, frente a la tan frecuente tradición de judicializar hasta el más mínimo asunto de nuestras vidas”, destacan.

Es posible, por ejemplo, utilizar este mecanismo en conflictos que surgen en el ámbito empresarial, en conflictos hereditarios, en la escuela, en el plano de la convivencia comunitaria y vecinal, la llamada mediación penal y penitenciaria, en el ámbito de la gestión de salud, en conflictos transfronterizos o en los conflictos intergeneracionales”, añaden.

Formación, un aspecto fundamental para que la mediación evolucione

La especialización en las técnicas y herramientas propias de los distintos ámbitos de la mediación se abre hoy en día a muy distintas áreas profesionales más allá de las tres clásicas: derecho, psicología y trabajo social. En este sentido, profesionales del ámbito de la empresa, los negocios internacionales, la salud o la educación pueden formarse actualmente en mediación como una forma de asentar y fortalecer su proyección profesional. “Un ejemplo de ello es el título que la Universidad Internacional de Valencia ofrece en esta área en el que profesionales de diferentes nacionalidades conjugan formación teórica y práctica en conocimientos de la conflictología derivados de la psicología, la sociología y el derecho, así como las herramientas propias de la gestión de conflictos profundizando en los diferentes tipos de mediación”, exponen.

 




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