Huelva, 15 dic (EFE).- La Audiencia Provincial de Huelva ha condenado a tres personas a penas de hasta cinco años y tres meses de prisión por obligar a una joven paraguaya a prostituirse tras traerla a España bajo el engaño de que trabajaría en un restaurante.

La sentencia, a la que ha tenido acceso EFE, los considera autores de un delito de trata de seres humanos, en concurso medial con un delito de determinación coactiva a la prostitución, imponiendo a dos de ellos, pareja sentimental, la pena de cinco años y un día de prisión, y a la tercera, dos años y seis meses.

Los dos primeros suman tres meses más cada uno por un delito de favorecimiento de la inmigración ilegal y el pago de una indemnización a la víctima de 15.000 euros por daño moral, y a los tres se les prohíbe aproximarse y comunicarse con la víctima por cinco años.

Se considera probado que dos de los acusados, pareja sentimental, y la tercera, de Paraguay, a través de una mujer, contactaron en marzo de 2018 en aquel país con una joven de 23 años, ofreciéndole un empleo para trabajar en un restaurante en España, a lo que accedió.

Para viajar a España, la joven pidió un préstamo bancario, efectuando a través de los contactos de los procesados el resto de trámites; a principios de mayo llegó al aeropuerto de Lisboa y fue trasladada a Sevilla, al domicilio de los dos procesados que eran pareja.

Allí estos, con la otra acusada y la cuarta persona que les ayudaba, explicaron a la chica que no trabajaría en un restaurante, sino que daría masajes y accedería a las relaciones sexuales que le solicitaran los clientes.

La joven se negó pero los procesados le advirtieron que no podía regresar a su país ya que tenía una deuda con ellos de 5.000 euros por traerla a España y la amenazaron, con causar daño a su familia en Paraguay.

La víctima fue llevada a un hotel para prostituirse, bajo las instrucciones de una de las acusadas y la vigilancia de la otra que cobraba el dinero, y posteriormente fue a un piso donde era controlada por la pareja que la obligada a salir acompañada a la calle para atraer clientes.

En una salida conoció a un cliente del que se hizo amiga y al que contó su situación y poco después, aprovechando que la habían dejado sola en el piso, se marchó con él.

La joven recibió después llamadas telefónicas de uno de los acusados, reclamándole, bajo amenazas, 2.000 euros que según él aún debía, así como una multa por irse sin avisar.

A finales de 2018 la víctima regresó a Paraguay para ver a su familia con ayuda de este amigo y en marzo de 2019 regresó y declaró ante la Policía Nacional.

La pareja procesada fue detenida por la Brigada Provincial de Extranjería y Fronteras de la Policía Nacional de Huelva en noviembre de 2020.