Madrid, 17 sep (EFE).- "El lenguaje no es inocente y el hecho de nombrar y escribir las cosas de un modo determinado nos hace tomar partido aunque no seamos conscientes". Este mensaje es el origen del libro "La comunicación NoViolenta en el trabajo", con el que las investigadoras Marta Delgado y Mar Madrid tratan de crear "entornos de confianza" para resolver los conflictos de una forma saludable.

Aunque el manual (Acanto) está centrado en el entorno laboral, sus recomendaciones son aplicables a la vida personal y familiar, según ha explicado en una entrevista con Efe Delgado (socióloga y experta en comunicación y gestión de conflictos).

Delgado insiste en que la Comunicación NoViolenta -desarrollada por el psicólogo Marshall Rosenberg- "no consiste en no tener conflictos, ser complaciente o amable y aceptar todo lo que nos digan", sino que "es un acto de responsabilidad" al reconocer que "nuestro lenguaje tiene un impacto en nuestra forma de pensar y en el de las otras personas".

"Tenemos que tomar consciencia del lenguaje, de cómo queremos comunicarnos", y poder expresar nuestros sentimientos de una manera que resulte cuidadosa y respetuosos con nosotros mismos y con los que tenemos enfrente", subraya la experta.

Escrito junto a Mar Madrid, Máster en Mediación y Gestión de Conflictos por la Universidad Complutense de Madrid, el libro utiliza infinidad de ejemplos para abordar con "eficacia y desde la conexión" las dificultades cotidianas con las que nos encontramos.

Marta Delgado anima a dejar de utilizar los juicios, que "aunque sean positivos no aportan información y nos dejan congelados en una única manera de ser", así como a no permanecer en la queja y a tratar de cambiar lo que no funciona, explica la mediadora.

"Si estoy molesta con algo que ha hecho un compañero de trabajo y le digo que es un trepa, no le estoy aportando información concreta sobre lo que me está pasando, sino que me estoy centrando en mi juicio sobre él y esto me impide mirarme a mí, así como verle a él", relata Delgado.

En esta situación, aconseja "hablar desde lo que yo siento y lo que necesito: "cuando en la reunión te han felicitado por el informe y no has mencionado que lo habíamos hecho entre los dos, me he sentido dolida, porque para mí es importante la confianza mutua y también que se reconozca el trabajo de todos".

A su juicio, este cambio del lenguaje "nos permite hacernos responsables de lo que nos pasa, en vez de poner el dedo acusador en la otra persona y expresar lo que hay que hacer para que esta situación cambie".

Las expertas también aconsejan asumir los errores "sin quedarnos instalados en la culpa o en la vergüenza, que "no nos permite avanzar ni hacernos responsable de nuestras acciones".

Un método que han usado en el marco de su trabajo de "justicia restaurativa" en centros penitenciarios, como integrantes de la Asociación para la Mediación, el Encuentro y la Escucha (AMEE) para que quien ha cometido el delito pueda asumir su responsabilidad sobre su acción, con lo que se favorece su reinserción en lugar de abocar al interno a "actuar para evitar un castigo", subraya.