El Tribunal Supremo ha confirmado la sentencia de apelación contra BBVA, obligando a la entidad a abonar 784.000 euros a un grupo de empresas de energía verde. Este veredicto subraya la importancia de la transparencia en la contratación de productos financieros ya no solo con consumidores, sino también con empresas.
Antecedentes del Caso
El 31 de enero de 2008, cinco empresas emergentes en el sector de la energía verde firmaron contratos de préstamo con una entidad financiera, destinados a financiar la adquisición de instalaciones para plantas solares fotovoltaicas. Sin embargo, estos contratos incluían una cláusula que imponía un derivado financiero implícito, generando cargas económicas significativas en caso de cancelación anticipada, sin que las empresas fueran debidamente informadas sobre los costes asociados.
Dada la falta de experiencia de estas empresas en la contratación de productos financieros complejos, se encontraron en una clara desventaja, lo que llevó a la presentación de acciones legales contra la entidad.
La Decisión Judicial
La Sentencia de 1ª Instancia reconoció la nulidad de los contratos por vicios en el consentimiento, decisión que fue apelada por la entidad financiera sin éxito. El Tribunal Supremo, al inadmitir el recurso de casación presentado por la entidad, no solo confirmó la sentencia de apelación sino que también impuso las costas del proceso.
Diego Lahuerta, abogado representante de las empresas y director de Unive Abogados Bilbao, aprovecha este momento para recordar a “aquellos afectados por contratos de permuta financiera o derivados implícitos la posibilidad de solicitar la nulidad de estos acuerdos”. Subraya la importancia de buscar asesoramiento especializado, dada la complejidad de estos casos.
Lahuerta concluyó que “este fallo no solo es una victoria para las empresas de energía verde afectadas, sino que también establece un precedente importante en la lucha por la transparencia financiera y la protección del consumidor. Reafirma el compromiso del sistema judicial enviando un mensaje claro a las entidades financieras sobre la importancia de actuar con integridad y transparencia”.
