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A la hora de la valoración de negocios para iniciar una operación de M&A, ya comentamos como los métodos más sencillos suelen estar basados en algún múltiplo del mercado que pueda resultar coherente en la operación. Este es un método rápido, relativamente sencillo (dependiendo de muchos factores, no todos los múltiplos serán útiles) pero que entendemos que no se debe tomar como un dogma de fe ya que tiene algunas limitaciones.

Este método está basado en que el mercado no se equivoca y que, si por ejemplo mi vecino del tercero ha vendido su casa por 160.000 euros y mi vecina de enfrente ha vendido la suya en el mismo mes por 162.000 euros, si quiero vender la mía ese será el valor que le pueda dar.

Múltiplos más usados en valoración de negocios

En el caso de compraventas y reorganizaciones de empresas los múltiplos más “famosos” son el EV/Ebitda (Valor de empresa entendido como el precio real de sus acciones más sus deudas dividido entre su EBITDA) y el PER (precio de las acciones entre los beneficios). Cuando se trata de operaciones de M&A en pymes, es muy complicado obtener ratios de estas características de empresas comparables, ya que por ejemplo los precios de acciones en empresas no cotizadas son datos difíciles de conseguir (y no suele haber muchas pymes cotizando en Bolsa). Se suelen observar transacciones parecidas en el sector (si es que esto es posible) y comparar magnitudes “análogas” a las de los múltiplos descritos. Uno de los métodos más habituales es dividir el precio de la transacción entre el EBITDA y saber a cuantas “veces” se ha pagado.

Ejemplo de valoración de negocio por múltiplos

Por ejemplo, si imaginamos un negocio de un sector determinado cuyos socios/as han decidido ponerle precio para venderlo, lo primero que harán es mirar transacciones de empresas parecidas en su sector (si pueden). Obtienen los siguientes datos:

Para eliminar valores extremos, deciden obviar el valor más bajo y más alto (transacciones 5 y 10 respectivamente) y obtiene un valor promedio de 6 veces EBITDA. Por tanto, llegan a la conclusión de que un “valor de mercado” razonable por su negocio sería pedir 6 veces su último EBITDA (o su EBITDA medio o su EBITDA previsto). Esto es solo un ejemplo, dependiendo del sector se pueden utilizar otro múltiplos diferentes o combinaciones de varios o como se quiera ya que, en definitiva, no se trata de “leyes físicas” inamovibles. Es más, dependiendo del sector se utilizan múltiplos no financieros (por ejemplo, número de habitaciones de hotel o número de usuarios del servicio de mi negocio).

Limitaciones en la valoración de negocios por múltiplos

Pero esta valoración por múltiplos tiene muchas limitaciones entre las que destacan:

  • No se tiene en cuenta la deuda de cada negocio adquirido (no es lo mismo adquirir un negocio con una deuda muy grande que otro con superávit de tesorería).

  • No se tiene en cuenta el tipo de comprador (fondo de capital riesgo, inversor industrial). Cada uno tiene una estrategia y unos objetivos distintos al adquirir un negocio y por tanto pueden tener una disposición a pagar diferente.

  • No se tiene en cuenta si se han adquirido inmuebles y/o activos intangibles junto con el negocio.

  • El EBITDA puede estar sin ajustar y por tanto incluir partidas no recurrentes o fuera de mercado por la naturaleza de la empresa (por ejemplo, gastos de la tarjeta de crédito de los administradores).

  • No se conocen las perspectivas de futuro de cada negocio. Cuando uno adquiere un negocio, el pasado está bien, pero lo realmente importante es lo que se prevea que vaya a pasar en el futuro.

Todas estas limitaciones se pueden resumir en que, aunque aceptásemos que las empresas de esas transacciones son comparables a la nuestra, no hay dos negocios iguales. Y es que, al igual que en que si bien mis dos vecinos han vendidos sus casas por alrededor de 160.000 euros, es posible que la mía tenga un valor de 200.000 por ejemplo (tiene mejor orientación, cocina reformada y calefacción central). Y ojo, no hay que confundir valor con precio (puedo poner mi casa a la venta en 300.000 y que venga un multimillonario y me la compre al día siguiente por ese precio sin preguntar).

Respaldo de la valoración de negocios por múltiplos del mercado

Con esto no se quiere decir que utilizar múltiplos esté mal o sea incorrecto.

De hecho, parece perfectamente razonable que, si en un sector últimamente se llevan a cabo transacciones entre empresas de tamaño parecido en un rango de x veces EBITDA, la operación de mi negocio pueda moverse por esas cifras. Pero convendría que la valoración particular de mi negocio, que tiene unas condiciones particulares (clientes, metodología de trabajo, perspectivas de futuro, planes de expansión, poder de mercado, integración vertical hacia atrás…) por un método de descuento de flujos (DCF) o cualquier otro universalmente aceptado en finanzas respaldara ese rango de valoración por múltiplos, o bien justificase que la valoración de mi negocio se encontrase por encima de mercado.

Este DCF es un método más técnico (más científico se podría decir) y más laborioso pero que precisamente por eso aporta un valor de empresa o negocio más objetivo dentro de la subjetividad (está basado en premisas) además de ser perfectamente válido para pymes.

 
 

 

 
 



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