¿Quién se queda con la vivienda tras un divorcio? ¿Afecta que haya hijos en común? ¡Te lo contamos todo!
¿Quién se queda con el uso de la vivienda familiar cuando un matrimonio se divorcia o se separa? Nuestra legislación otorga especial protección a la familia y al hogar, no solo durante el matrimonio, sino también tras la ruptura.
La regla general es que exista un acuerdo entre las partes para atribuir la vivienda familiar y sus correspondientes enseres a uno de los cónyuges. No obstante, llegar a un consenso entre ellos no siempre es tarea fácil. Cuando no es posible llegar a un acuerdo, el Juez tendrá en cuenta los casos siguientes para atribuirlo a uno u otro:
1. Custodia monoparental
El uso de la vivienda familiar se atribuye a los hijos comunes menores de edad y al cónyuge que tenga atribuida la custodia.
La ley limita el poder disfrutar de la vivienda hasta que los hijos alcancen la mayoría de edad. Si entre los hijos hubiera alguno que tuviese una discapacidad, será el Juez quien determinará su duración.
2. Custodia compartida
En caso de custodia compartida, el Juez deberá tener en cuenta cuál de los excónyuges es el más necesitado de protección y establecer un límite temporal al uso y disfrute de la vivienda. En esta situación, serán los menores quienes vayan rotando de domicilio.
También puede darse el caso de que se atribuya la vivienda familiar a los hijos, lo que conocemos como “casa nido”, y que sean los progenitores quienes vayan alternando su estancia. Sin embargo, esta opción puede ser problemática y poco cómoda.
3. Divorcio sin hijos
A falta de descendencia, la ley establece que cuando el domicilio es propiedad de uno de los cónyuges, el uso de la vivienda familiar se podrá atribuir al cónyuge que no sea propietario de la vivienda cuando sea el más necesitado de protección. La Ley limita la temporalidad del derecho de uso con la finalidad de que el cónyuge más perjudicado tras el divorcio pueda restablecerse económicamente.
