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  • Hoy en día, muchos consumidores se limitan a firmar cuando contratan un seguro, y no leen detenidamente la póliza, sin embargo, si el documento contiene algún dato inexacto es posible que pueda crear algún problema a la hora de cobrar una indemnización en el futuro 

A menudo, los consumidores se encuentran con que, cuando fallece un familiar,  tienen una avería en casa o un accidente de tráfico, el seguro no responde como se espera en un principio a pesar de llevar años pagando la cuota. Voyadefenderte.com, el despacho de abogados on line, señala cinco aspectos en los que se escudan las compañías de seguros para no indemnizar a sus clientes ante una reclamación:

  • Lentitud en la tramitación. Tras un incidente en el hogar o de coche, es habitual que las aseguradoras se tomen las cosas con calma. Pueden tardar en dar el parte o enviar al perito. No tienen prisa en atender la petición, por ello, cuando se trata de cuestiones urgentes muchas veces el cliente opta por reparar el desperfecto por su cuenta.
  • Exigir documentación innecesaria. Con frecuencia, muchos consumidores sufren de las estrategias de las compañías de seguros. En muchas aseguradoras exigen numerosos documentos e informes al cliente, a veces innecesarios, para buscar excusas o demorar el pago con el fin de que el cliente se aburra y desista en su reclamación.
  • Falta de datos. Contraponiendo al anterior, a veces las compañías de seguros también se suelen escudar en la falta de algún formulario o datos que desconocían del cliente (muy común en los seguros de vida o salud). Es muy común que las compañías denieguen la indemnización a los beneficiarios de un seguro de vida al alegar que el fallecido, en el momento de firmar el seguro, no declaró en el cuestionario médico alguna enfermedad previa.
  • Peritos y tramitadores. Son unas de las figuras más importantes dentro del sector asegurador. Suelen cumplir al pie de la letra los requisitos de las compañías de seguros y muchas veces se inclinan más por rechazar cobertura en lugar de proporcionar soporte y servicio al cliente pensaba.
  • La póliza. El contrato debería ser un instrumento de garantía para el asegurado pero su longitud, complejidad e interpretación puede variar según quien lo lea. Su cometido es proteger los intereses del cliente en todas las situaciones posibles. Es importante es que el consumidor tenga claro las condiciones de la póliza que contrata. Para ello es necesario leer con detenimiento todo el contrato del seguro y firmarlo sólo si lo comprende en su totalidad.

Hoy en día, muchos consumidores, por confianza, o por pereza, se limitan a firmar cuando contratan un seguro y no leen la póliza. Sin embargo, si la póliza contiene algún dato inexacto es posible que pueda crear algún problema a la hora de cobrar una indemnización en el futuro. “Estas dificultades de los consumidores para cobrar las indemnizaciones se están dando en toda clase de pólizas, desde seguros de vida o enfermedad, de vivienda o de coche. Ante dudas de interpretación o controversias, deberían dar siempre la razón al asegurado pero en caso de no ser así es recomendable que el consumidor acuda a un abogado que defienda sus derechos, afirma Rosa Delgado, abogada de Voyadefenderte.com.




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