Como ya no es novedad, en los últimos años, la Agencia Tributaria ha incrementado en más de un 150 % los expedientes de derivación de responsabilidad, con el objetivo de aumentar la eficacia en la recaudación fiscal.
No obstante, este afán recaudatorio ha generado una creciente preocupación entre los empresarios, ya que en muchas ocasiones se está infringiendo principios constitucionales fundamentales, como la seguridad jurídica y la equidad tributaria.
Las actuaciones de la Agencia Tributaria no solo pueden poner en riesgo la estabilidad económica de los contribuyentes, sino también generar dudas sobre el respeto a los derechos y garantías establecidos por la ley.
En este contexto, comprender cómo funciona la responsabilidad tributaria en la sucesión de empresas es clave para evitar riesgos fiscales inesperados.
¿Cuál es la responsabilidad solidaria en la sucesión de empresas?
El artículo 42.1.c) de la Ley General Tributaria (LGT) establece que, en caso de transmisión de una actividad económica o explotación, el nuevo titular puede ser considerado responsable solidario de las deudas del anterior propietario.
Este criterio afecta a las transmisiones por venta, cesión, donación o herencia de un negocio en funcionamiento.
La responsabilidad solidaria tributaria incluye:
- Obligaciones tributarias pendientes.
- Retenciones no ingresadas o retenidas.
- Posibles sanciones derivadas de la actividad anterior.
Es decir, el sucesor puede encontrarse con una carga fiscal inesperada. Sin embargo, existen mecanismos legales que permiten limitar o incluso evitar esta responsabilidad, siempre que el nuevo propietario actúe de forma diligente.
¿Cómo limitar la responsabilidad tributaria del nuevo titular?
Uno de los mecanismos más efectivos es la solicitud de un certificado de sucesión de actividad ante la Agencia Tributaria. Este documento proporciona información detallada sobre:
- Deudas fiscales pendientes.
- Sanciones impuestas.
- Responsabilidades fiscales del titular anterior.
Este certificado permite al nuevo propietario conocer el estado fiscal de la actividad que está asumiendo y evitar sorpresas desagradables.
Importante: Si el nuevo propietario no solicita este certificado, la responsabilidad no solo incluirá las deudas existentes, sino también las sanciones tributarias, ampliando su riesgo financiero.
Asimismo, cabe destacar que la sucesión de empresas no exige la transmisión total de los elementos personales y materiales de una empresa, sino únicamente la continuidad efectiva en la explotación económica. Esto implica que la sucesión empresarial no puede considerarse como un proceso continuo e indefinido, sino que debe delimitarse en un momento preciso y concreto, como puede ser la transmisión de local de negocio con todo el mobiliario, la cesión de personal, la venta de todo el stock, etc.
¿Cuál es la interpretación de la Agencia Tributaria de esta responsabilidad solidaria?
En la práctica, la Agencia Tributaria tiende a aplicar una interpretación extensiva de la responsabilidad solidaria, en algunos casos exigiendo el pago de deudas generadas después de la sucesión.
Un ejemplo de ello es la transmisión parcial de un negocio, en la cual el titular anterior sigue operando y generando nuevas deudas. No obstante, la Agencia Tributaria ha tendido a atribuir esas deudas al nuevo propietario, actuando de manera incorrecta y sin fundamento legal claro.
¿Cuál es la posición del Tribunal Económico Administrativo Central (TEAC)?
El Tribunal Económico Administrativo Central (TEAC) ha dejado claro que exigir el pago de deudas generadas después de la transmisión vulnera el principio de seguridad jurídica, que protege a los contribuyentes de cambios normativos arbitrarios.
Según el TEAC, la derivación de responsabilidad tributaria debe respetar un marco legal claro, impidiendo que los nuevos titulares sean obligados a pagar deudas ajenas. Sin embargo, a pesar de esta jurisprudencia, la Administración Tributaria sigue aplicando criterios ambiguos, generando incertidumbre para empresarios y autónomos.
Impacto en la seguridad jurídica y la equidad del sistema fiscal
La exigencia injustificada de deudas posteriores a la transmisión afecta negativamente la confianza en el sistema tributario, generando un desajuste entre las obligaciones fiscales y la responsabilidad real de los contribuyentes.
Para evitar problemas, es recomendable:
- Solicitar siempre el certificado de deudas tributarias.
- Consultar con un abogado fiscalista antes de asumir una sucesión de actividad.
- Documentar correctamente la transacción y delimitar responsabilidades.
Conclusión: La necesidad de una aplicación justa de la normativa
En conclusión, aunque la Ley General Tributaria establece una responsabilidad solidaria de los nuevos titulares de actividades económicas por las deudas fiscales del anterior propietario, esta responsabilidad debe tener límites claros y ser aplicada de manera coherente con el marco jurídico. El nuevo titular debe conocer sus derechos y, en caso de duda, recurrir a los mecanismos legales para no asumir cargas fiscales injustificadas.