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  • Las empresas que apuestan por una cultura ética evitarán pérdidas financieras, sanciones económicas y daños de reputación
  • Un tercio de las empresas detectó un 80% de las pérdidas financieras derivadas de las infracciones gracias a su canal de denuncia, según un estudio de EQS Group

Informar de los comportamientos ilícitos en el entorno laboral debería ser un proceso ágil, pero desafortunadamente no todos los empleados lo encuentran sencillo. En este sentido, garantizar un planteamiento de traslado de sospechas fácil y seguro permite una comunicación bidireccional honesta entre empresa y empleados así como ventajas financieras que repercuten positivamente en el negocio. Así, según el Informe 2021 de Cumplimiento Normativo de las empresas de la Universidad de Ciencias Aplicadas de Graubünden en colaboración con EQS Group, en 2020 una de cada tres empresas encuestadas detectaron más del 80% del total de las pérdidas financieras derivadas de las infracciones gracias a su canal de denuncia.

Paralelamente, las empresas que se apoyan en un canal de denuncias efectivo tienen la ventaja de transmitir mejor el cumplimiento normativo a sus empleados y los procesos se realizan con mayor agilidad, tal y como apunta el estudio. De esta manera, una cultura empresarial ética cuenta con numerosos beneficios para las compañías, pero también con una serie de desafíos que conviene resolver para hacerla real. En consecuencia, EQS Group, proveedor líder internacional de tecnología regulatoria en cumplimiento corporativo y relaciones con inversores, ha detectado los retos a los que se enfrentan las empresas para ser éticas y transparentes:

  1. Crear una cultura de denuncia: es fundamental que las organizaciones transmitan claramente a sus empleados que informar sobre una irregularidad no tendrá repercusiones negativas, sino que supondrá un beneficio tanto para la compañía como para el empleado. Para ello, se ha de crear una cultura basada en valores éticos y buenas prácticas que permita a los empleados sentirse respetados y escuchados a la hora de informar y demostrarles que no han de temer represalias. De este modo, las empresas se beneficiarán de un modelo cultural honesto que les evitará incurrir en sanciones económicas que conlleven pérdidas financieras y daños de reputación. Así, la comunicación de irregularidades aumentará, como también lo hará su atractivo frente a clientes corporativos, socios, inversores e incluso potenciales empleados.
  2. La correcta identificación de los riesgos: todo programa de cumplimiento corporativo ha de contar con la correcta identificación de los riesgos desde su fase inicial y contemplar la adopción de medidas eficaces para su prevención, tales como contar con un canal de denuncia tradicional o digital, con una figura corporativa centrada en el cumplimiento, o con una formación a los empleados en buenas prácticas, entre otras. Así, las compañías podrán identificar desde el primer momento la probabilidad de que surjan riesgos y examinar su impacto en la organización, reduciendo al mínimo la incidencia de imprevistos.
  3. Los constantes cambios en el marco legislativo de cada país: las organizaciones deben estar al corriente de las nuevas leyes que puedan surgir y aplicarlas correctamente. Dependiendo de qué tipo de empresa sea, estar al tanto de estas novedades legislativas constantemente puede suponer un proceso tedioso. Es por ello que muchas compañías valoran contar con el apoyo de proveedores de soluciones digitales actualizadas en todo momento para cumplir con los requisitos de compliance marcados por las leyes y protegerse de cualquier sanción.
  4. Garantizar el anonimato del alertador: el Informe 2021 del Cumplimiento Normativo de EQS Group demuestra que el 60% de los informantes optan por una denuncia inicial anónima. Así, ofrecer a los empleados la posibilidad de informar anónimamente reduce el umbral de su inhibición y aumenta su confianza. Tanto es así que también se ha demostrado que muchos alertadores anónimos revelan su identidad en el transcurso de este proceso, siempre que se sientan seguros y se les tome en serio. Además, la posibilidad de alertar de forma anónima no conlleva un aumento de las denuncias falsas, sino que es una herramienta eficaz para revelar conductas indebidas y proteger la reputación de la empresa.
  5. Un canal efectivo: además de cumplir con los estándares de anonimato y confidencialidad es esencial la existencia de una comunicación transparente en una empresa, que permita a las partes interesadas alertar de las irregularidades en un proceso cómodo. Hasta ahora, las compañías contaban con canales tradicionales como el correo electrónico o las líneas telefónicas, pero gracias a los avances tecnológicos, las organizaciones pueden implementar un canal digital como EQS Integrity Line que integre todas las opciones tradicionales en un mismo lugar y en constante actualización ante las novedades normativas. Así, la organización cumplirá con las normas de seguridad y requisitos de protección de datos, y pondrá al servicio del empleado un canal de denuncia ágil y sencillo de proceder.

“Los directivos de las empresas han de ser conscientes de los beneficios que aporta una cultura ética y legal en la compañía. No solo el empleado se verá más escuchado, valorado y seguro de compartir sus inquietudes, lo que redundará en un aumento de su productividad, si no que también la propia empresa cumplirá con la normativa y evitará multas y sanciones que entorpezcan su negocio. Además, su reputación de cara al público será mejor, lo que atraerá a inversores y socios comerciales con los que seguir creciendo” afirma Murray Grainger, Country Manager de EQS Group España y Portugal.




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