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Situaciones que parecen inocentadas. Es la realidad con la que algunos consumidores se encuentran a lo largo de todo el año. En reclamador.es lo sabemos bien ya que nos llegan muchos casos curiosos y raros.

Y no queremos dejar de contártelo en este día de los inocentes, aunque no pienses que es una inocentada, porque los casos que te vamos a relatar a continuación son 100% reales.

Reclama su cuadro tras quedar el último entre los finalistas de un certamen de pintura

Nuestro protagonista no llevó muy bien no ganar el concurso de pintura al que se presentó. Según nos relata, “me presenté a un certamen de pintura de una empresa privada y fui seleccionada finalista”. Tras informarse sobre el fallo del tribunal, le comunicaron que no hacía falta que se personara y alega que nunca le comunicaron la decisión.

Cuando nuestro protagonista se enteró de la decisión por la prensa, se dio cuenta de que había quedado el último de entre todos los finalistas. Ante esta situación, solicitó retirarse del concurso (una vez realizado) y que le devolvieran el cuadro. Desde la empresa aceptaron su retirada pero no le quisieron devolver el cuadro, y es por lo que nuestro protagonista quería hacer su reclamación.

La solución

Ante una situación de este tipo, lo primero que hay que mirar son las bases del certamen. Si la persona que se presenta acepta que aunque se retire del mismo cede la pieza a quién lo organiza, lamentablemente no podrá reclamar posteriormente. Es lo que ocurrió en esta ocasión.

Le inundan su casa con aguas fecales

Nuestra siguiente protagonista tuvo un pequeño accidente algo más complicado de solucionar. Por un fallo en el alcantarillado de la calle, su casa quedó totalmente inundada de aguas fecales: “el 4 de enero se me inundó la casa de aguas fecales, produciendo daños en mi hogar irreparables”. Ante la situación, reclamó a su seguro de hogar (que estaba asociado a la hipoteca de su casa), pero sólo le abonaron 1200 de los 6000 euros que tuvo que cubrir por desperfectos. Por eso decidió darse de baja de dicho seguro, pero lo que no sabía era que al estar asociado al préstamo hipotecario, ese hecho haría que le subiera el diferencial y su cuota mensual.

Por último, intentó poner una reclamación ante el ayuntamiento de su ciudad. El consistorio arregló el problema en el alcantarillado, pero se negó a indemnizarle por los daños causados.

La solución

En este caso, si la inundación fue producida por el mal estado del alcantarillado (que corresponde al ayuntamiento), se podría reclamar los daños al mismo. Sin embargo, si el motivo fue alguna causa de fuerza mayor, como una riada, en la que el consistorio no pudo preverlo, no está obligado a asumir la responsabilidad. Respecto al seguro, dependerá de lo que se tiene contratado en la póliza que cubra o no los desperfectos.

Comparte su coche por una app y lo acaba perdiendo.

Utilizar aplicaciones móviles y webs colaborativas para hacer viajes se ha convertido en algo cotidiano. Nuestro siguiente protagonista tenía su coche en una app para compartir coche, de manera que cuando él no lo usaba, le sacaba partido alquilandolo a otros usuarios. Cuál fue su sorpresa que en uno de estos alquileres, la persona que se había llevado el automóvil, no se presentó cuando tenía que devolverlo.

Desde la aplicación no se hacen responsables del robo, y alegan que es quien alquila el coche el responsable de contratar un seguro. Así que, de momento, este usuario se ha quedado sin su medio de transporte.

La solución

En este caso, volvemos de nuevo a la letra pequeña de los contratos y a las condiciones generales de este tipo de empresas. Hay que leer detenidamente este tipo de documentación, sobre todo en la parte de seguros y responsabilidad del portal. Ya que muchas, al hacer de intermediarias, se eximen de cualquier tipo de responsabilidad.

Un voluntariado pasado por condiciones insalubres.

Hacer un voluntariado en los días que uno tiene de descanso al año por vacaciones es algo muy loable. Y es lo que decidió hacer nuestra siguiente voluntaria. Este pasado verano, a través de una agencia que coordina programas de voluntariado, decidió hacer uno en Rumanía. La organización le proporcionaba únicamente el alojamiento, teniéndose que hacer cargo nuestra usuaria de su viaje y manutención.

La sorpresa vino cuando llegó al lugar donde le habían indicado que tenía que dormir. Y según nos relata, “al llegar a mi destino, el alojamiento proporcionado estaba en pésimas condiciones sanitarias, plagado de cucarachas, etc”. Es por ello que decidió volver a España y no continuar su voluntariado en dichas condiciones. Después de reclamar a la empresa, le devolvieron la cuota de inscripción y la mitad del coste de los vuelos, pero nuestra voluntaria tuvo que gastar 400 euros adicionales que no ha podido recuperar.

La solución

En este caso, la empresa le devolvió la cuota de inscripción y la mitad del coste de los vuelos, como hemos indicado. Habría que revisar si las condiciones del voluntariado recogían de qué se hacía cargo la empresa en caso de cancelación. Al menos le devolvieron una parte.

Demasiado caro alojar sus archivos en la nube.

La solución de alojar nuestras fotos, vídeos o documentos en la nube se está convirtiendo en muy recurrente para muchas personas. De esta forma, los tienen accesibles desde cualquier ordenador y no tienen que transportar discos duros o pendrives.

Muchas de estas empresas tienen versiones gratuitas que te dejan alojar archivos hasta completar cierta capacidad. Y nuestro usuario decidió probar una de ellas. Pero según nos cuenta “me han cobrado 653 euros, un pago de un servicio de todo el año”. Resulta que al completar los datos de registro para la demo, indicó también el número de cuenta. Y cuál fue su sorpresa con encontrarse con este cargo al mes siguiente en sus ahorros.

La solución

Muchas de las páginas que te ofrecen demos gratuitas pero te piden un número de cuenta o tarjeta, indican (a veces en letra pequeña), que si no cancelas la suscripción antes de un número de días, se considera que contratas el servicio y que, por tanto, te cargarán una cantidad. Ante esto, la recomendación siempre que te pidan datos bancarios, es leer muy bien la letra pequeña. Y ante la duda, si no vas a contratar el servicio, cancela la suscripción.

Si tú has sufrido una situación parecida o que te haya resultado curiosa o impactante, no dudes en contarlo en los comentarios.




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