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La puesta en marcha de la actividad de forma paulatina está en marcha, y en esa ya tan oída “nueva normalidad” es posible que proliferen numerosas soluciones tecnológicas para enfrentarnos a la COVID-19, y cuyo propósito final sea la lucha contra el virus. Por ello desde la Agencia Española de Protección de Datos se ha llevado a cabo un análisis de este tipo de aplicaciones y tecnologías para evitar abusos en el tratamiento de los datos personales que se vean involucrados. 

La proporcionalidad y las medidas jurídicas deben formar parte del esqueleto de estas tecnologías, es vital que los beneficios que este tipo de tecnologías puedan ofrecer al entorno en esta situación de emergencia sanitaria, respondan a unas medidas de seguridad científicas y legítimas, ya que en la mayoría de ellas los datos personales que son tratados serán datos sensibles, con especial relevancia los de salud.

Teniendo en cuenta el enfoque que realiza la AEPD sobre el uso de aplicaciones para la Geolocalización de los ciudadanos o aplicaciones de seguimiento de contagiados, se expondrán a continuación una serie de pautas para su utilización y evitar así que el tratamiento de estos datos sensibles perjudique al interesado viéndose discriminados o perdiendo libertades.

La GEOLOCALIZACIÓN, forma por la cual obtendremos la ubicación a tiempo real de una persona, puede aplicarse en dos campos:

GEOLOCALIZACIÓN DE NUESTRO TELÉFONO MÓVIL POR MEDIO DE NUESTRO OPERADOR

En este escenario se proporcionará información, de forma anónima, de la posición del usuario en referencia a las celdas de telefonía que definen las antenas del operador, y así poder estimar los números de teléfono que se encuentran en esa área en cuestión y en ese tiempo concreto.

¿Cómo se puede utilizar para hacer frente al Covid-19?

Estos datos, anónimos, de la ubicación de los usuarios podrían ayudar a prever los movimientos que realizan la población estableciendo sus patrones de movimiento que darían ventaja a las fuerzas de seguridad y sanitarias para adelantarse a situaciones de contagio, es más, este tipo de datos no sería la primera vez que son estudiados, ya que ya se usaron en su momento por el Instituto Nacional de Estadística1 para estudios de movilidad.

La importancia de un sistema de anonimización correcto es donde reside el mayor riesgo.

GEOLOCALIZACIÓN DE NUESTRO TELÉFONO MÓVIL POR MEDIO DE LAS REDES SOCIALES

Esta técnica no se trata de nada novedoso a día de hoy, desde hace años es posible dar a conocer la posición en la que nos encontramos cuando realizamos una publicación. El debate sobre la peligrosidad de un mal uso de esta técnica lleva ya mucho tiempo abierto, las amenazas a las que se expone el usuario cuando por ejemplo realiza una publicación de sus vacaciones o de las zonas comunes de su residencia son claras, no solamente en términos de tratamiento de datos personales, derivando en una pérdida de privacidad, sino que va más allá pudiendo convertirse en víctima de ciberdelincuentes.

¿Cómo se puede utilizar para hacer frente al Covid-19?

Las autoridades teniendo un objetivo claramente definido, que irá encaminado a frenar la expansión del Covid-19 y en base a las indicaciones de las autoridades sanitarias, podrían recoger información de las redes sociales de los usuarios para establecer protocolos de prevención  y control.

La importancia de justificar las mejoras que pueden acarrear el uso de estas técnicas en los protocolos sanitarios deben quedar perfectamente definidas para entender que el tratamiento de este tipo de datos tiene legitimidad.

Las APLICACIONES DE SEGUIMIENTO POR BLUETOOTH se trata de otra de las técnicas que se han barajado para la lucha contra la pandemia, el bluetooth de los móviles permite la conexión con aparatos cercanos como auriculares, altavoces o relojes y avisaría a las personas con las que te cruces de un posible contagio para impedir el rebrote en el desconfinamiento.

Se trata de una opción que no tiene carácter obligatorio para ningún ciudadano por lo que se plantea que su utilidad sea baja debido a su escaso uso. Según la AEPD “han surgido varias estrategias para implementar esta tecnología, que básicamente varían en quién tiene el control sobre las identidades y la red de contactados por cada usuario. Existen opciones en las que ese control descansa en el propio usuario (descentralizadas), y otras en un control centralizado, supuestamente por una autoridad.”

¿Cómo se puede utilizar para hacer frente al Covid-19?

Esta tecnología en estos momentos supone una importante amenaza en materia de seguridad y privacidad al permitir realizar mapas interpersonales, al realizar un tratamiento de datos tanto del usuarios como de terceros que se crucen con él, y en especial que esta aplicación propagaría entre los ciudadanos mensajes de posibles contagios por lo que el carácter anónimo de las comunicaciones debe ser primordial, cosa que aún no está totalmente desarrollado.

Además desde la AEPD ven otra serie de puntos que podrían interferir con la privacidad de los usuarios: “La posibilidad de que, debido a la acumulación de los datos de forma centralizada, se produjese un abuso en una empresa poco ética, se ampliarán los propósitos del tratamiento o se fuera víctima de un ciberataque constituye otra de las mayores amenazas de este tipo de soluciones.”

Según todo esto, la AEPD ve complicada la utilización de este tipo de tecnologías ya que depende de la declaración responsable de la situación de cada usuario y que esta información sea actualizada periódicamente en la aplicación con el fin de realizar las notificaciones a los terceros con el menor margen de error posible.

Y por último encontraríamos las APLICACIONES DE INFORMACIÓN DE CONTAGIOS, con carácter voluntario para la creación de mapas y estadísticas de la propagación del  COVID-19 a partir de datos proporcionados por los usuarios.

¿Cómo se puede utilizar para hacer frente al Covid-19?

Nos encontramos en el mismo escenario que el caso anterior, esta tecnología necesita para ponerse en marcha la descarga voluntaria de la APP en el móvil del usuario y que periódicamente y de forma veraz actualice la información. Remarcamos la importancia de la fiabilidad de la información subida a la aplicación por los ciudadanos, ya que uno de los peligros a parte de la poca seguridad en materia de privacidad y tratamiento de datos de salud que existe en las aplicaciones de este tipo que ya están en marcha, reside en la difusión de información falsa con fines de manipulación o para perjudicar a terceros.

Es necesario por tanto un mayor desarrollo de las políticas de tratamiento de datos y privacidad de estas aplicaciones, así como análisis pormenorizados de los riesgos y amenazas del tratamiento de datos sensibles de salud del usuario de la aplicación, para que este tipo de tecnologías pueda utilizarse de forma segura por los ciudadanos.




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