• El abogado Fran Peláez, de PenalTech Abogados, nos da algunos consejos para conseguir el mejor resultado cuando estamos siendo acusados de un delito.

Consejo nº 1. Ponte las pilas desde ya. Lo que hagas al inicio va a tener una repercusión clara en el resultado final. 

Son muchas las personas que vienen a nosotros poco antes de celebrarse el juicio en el que los acusan de haber cometido un delito. Y en muchas de estas ocasiones (y aunque nos encanta lo que hacemos y vivimos de esto) no nos queda más remedio que decirle: “No te gastes el dinero en cambiar de abogado. A estas alturas y en tus circunstancias no te merece la pena el cambio”. 

Muchas personas se quedan un poco extrañadas porque le hagamos estos comentarios. Incluso alguna persona se ha molestado con nosotros, la verdad. Lo que no saben es que estarían perdiendo su dinero inútilmente… ¿Para qué perder su dinero (y hacernos perder nuestro tiempo) si no vamos a conseguir ningún resultado mejor? 

En este sentido es fundamental entender las fases de los procesos judiciales por delito y, entre otras cuestiones, que al inicio existe una fase de investigación (llamada fase de "Diligencias Previas") donde se van a proponer y a practicar (siempre que el juez las admita) todas las pruebas que las partes consideren necesarias para defender su postura, incluidas las de tu abogado.

Estas pruebas podrían dar lugar a que el resultado final, el que se establezca en la sentencia una vez celebrado el juicio, sea mucho mejor del que ahora tienes en mente. Incluso podría dar lugar a que el juez entienda que no existen medios de prueba suficientes para condenarte y, finalmente, te declaren inocente… O todo lo contrario si no te asesoras en condiciones desde el inicio. 

Debes tener en cuenta que, aunque el proceso judicial penal trata de buscar la verdad de fondo, el proceso está sometido a una serie de normas que pueden dar lugar a que, por ejemplo, una prueba que es fundamental para la acusación finalmente no sea admitida y, en consecuencia, no haya medios de prueba suficientes en tu contra. 

Esto hace que, en la práctica, la Justicia y el Derecho puedan ser dos cosas absolutamente dispares y a que, al final, en tu caso, no tengan nada que ver la una con la otra (para lo bueno y para lo malo)… Que seas inocente de lo que te acusan es un comienzo, pero solo es eso. Mi experiencia me demuestra que hay personas culpables de un delito que son consideradas finalmente inocentes y otras que, siendo inocentes, son consideradas culpables. Este es el motivo por el que, como te digo, debes ponerte las pilas desde que estés leyendo este artículo. ¿Cómo hacerlo? Lo veremos en los siguientes consejos.  

Consejo nº 2: Busca a alguien especialista. 

Te pongo un ejemplo. Si vas a hacer escalada en una pared de una montaña de 200 metros de altura, te comprarías las cuerdas y los arneses para colgarte en el bazar de al lado de tu casa? 

Te pongo otro ejemplo. Si te salen muchos lunares un tanto raros en el cuerpo, le pedirías cita a un médico especializado en traumatología? 

Las preguntas parecen un poco absurdas, verdad? Sin embargo, la realidad es otra. En nuestra experiencia mucha gente hace algo parecido en el ámbito judicial cuando acuden al abogado que les llevó el divorcio, o que les lleva los impuestos, para tratar un asunto tan delicado como una acusación por delito. 

El hecho de ser el abogado de toda la vida de la familia, o por ser incluso un abogado recomendado (salvo que sea especialista en delitos), no es ningún tipo de garantía de que conozca cuál es la mejor solución para tu caso. 

La especialización es fundamental. 

De hecho, te digo más… No son pocos los despachos de abogados que están especializados, dentro del derecho penal, por ejemplo, en asuntos de drogas, o de lesiones, o de delitos en los que interviene un funcionario público, o en delitos económicos. En nuestro caso, por ejemplo, estamos especializados en delitos informáticos como otra especialización dentro de la especialización del derecho penal. 

Para qué buscar a un abogado que sepa de todo y no sepa en profundidad de nada si puedes tener a un abogado que sea bueno en asuntos como el tuyo? Sinceramente, ser el mejor es casi imposible pero hay una cosa clara… Repetir continuamente el mismo tipo de asuntos da al abogado una experiencia difícilmente de obtener de otra forma. 

A nosotros nos llegan muchas personas que vienen de otros despachos de abogados que no tienen ninguna experiencia en el ámbito de los ciberdelitos o delitos informáticos. Esto da lugar a que la defensa que hacen los abogados anteriores pueda ser un poco floja a nuestro criterio y a que tengamos la sensación de que se podría haber hecho mucho más. 

Igual que te digo esto, también te digo que a los que estamos muy especializados es difícil preguntarnos por otro tipo de asuntos distintos ya que, probablemente, te diremos que no podemos gestionarlos. Pero, qué más da si puedes buscar a alguien que sea especialista en este otro tema? 

Consejo nº 3: El cambio para antes de ayer. 

Si tienes ya a un abogado en tu asunto, ya sea de oficio o contratado de forma privada, y has llegado a leer hasta aquí probablemente te surjan dudas sobre si tienes la mejor defensa posible o si deberías cambiar de abogado. 

Si este es tu caso, no esperes ni un minuto… Busca y compara a los mejores. Pregunta a amigos si conocen a algún especialista en la materia, métete en internet y mira opiniones de otros usuarios, investiga en sus redes sociales, busca noticias en medios de comunicación, … En definitiva, investiga y haz el cambio ya. 

Dependiendo de tus circunstancias, quizás podrías estar pensando… “Siguiendo el primer consejo, quizás sea un poco tarde…”. Aún así, y volviendo al ejemplo de antes del médico, te pregunto… Que sea tarde para operarte de un bulto sospechoso es algo que tú estés en condiciones de valorar o debes acudir al médico especialista a que sea él quien te lo diga? Pues, al igual, el abogado especialista debería dejarte las cosas claras y darte su opinión sobre qué puede ocurrir si lo contratas, y qué no, y si realmente puede ayudarte. Pregunta. No pierdes nada y puedes evitar lamentarte en el futuro.

En definitiva, no te quedes con lo que tienes como si fuera un mal necesario ya que esa falta de confianza probablemente va a dar lugar a un resultado que no deseas. Busca, compara y quédate con el servicio que mejor se adapte a tus circunstancias y a tu tipo de caso.