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Madrid, 9 ene (EFE).- El asesinato de dos niños de 7 y 10 años presuntamente a manos de su padre en Barcelona se investiga como un caso de violencia vicaria, la más cruenta de las violencias machistas, pues instrumentaliza y daña a los menores para atacar a la madre "de la forma más terrible".

Así la ha definido este martes la ministra de Juventud e Infancia, Sira Rego, al enviar todo su cariño a la madre de estos dos menores.

La Fiscalía de Sala de Violencia sobre la Mujer explicaba en un escrito monográfico que "no hay manera de causar mayor daño a una madre que asesinando a sus hijos".

"Cuando en una relación de afectividad basada en el desequilibrio y en el ánimo de posesión, el dominador asesina a los hijos de su pareja, bien sean propios o ajenos, sabe que le está haciendo más daño que acabando con su propia vida", decía la Fiscalía.

En la misma línea se ha pronunciado este martes la fiscal del caso del pequeño Jordi, asesinado en 2022 en Sueca (Valencia) por su padre, que ha dicho que la madre "está muriendo cada día". En la primera sesión del juicio el asesino confeso ha dicho que su hijo "era lo que más quería" su exmujer y que no lo habría matado si ella no se hubiese divorciado o si hubiese accedido a volver con él.

La violencia vicaria se utiliza para dañar y controlar a las mujeres, en muchos casos cuando éstas han dado el paso de separarse.

50 crímenes de niños y niñas desde 2013

Si se confirma la naturaleza vicaria del crimen de Barcelona, serán 52 los menores asesinados por sus padres o las parejas y exparejas de sus madres en España desde 2013.

Anna y Olivia en Canarias, Ruth y José en Andalucía, Nerea y Martina en Comunitat Valenciana también eran hermanos y fueron asesinados por su padre. En todos ellos el asesino estaba separado de la madre.

En más de la mitad de los 50 casos que forman parte de la estadística, el agresor se suicidó tras perpetrar el crimen. Siete lo intentaron.

En la gran mayoría de los casos (45), el asesino era el padre del menor asesinado, mientras que en cinco era la pareja o expareja de la madre.

Sólo en 14 de los 50 asesinatos constaban denuncias previas por maltrato contra el homicida, según las estadísticas de la Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género.

En el 30 % de los casos, el homicida era expareja de la madre y en el 70 %, aún era marido o pareja legal.

Madrid y Andalucía son los territorios donde la violencia vicaria ha golpeado más veces, con diez y ocho casos, respectivamente. Se han registrado siete en la Comunitat Valenciana, seis en Canarias; cuatro en Castilla-La Mancha; tres en Galicia; dos en Asturias; y Aragón, Baleares, Cantabria, Castilla y León y Región de Murcia tienen un caso cada una.

En Cataluña la cifra se elevaría a siete de incluirse en la estadística el caso de los dos hermanos de Barcelona.

Más de 4.000 menores en riesgo

Desde 2019, el Ministerio del Interior evalúa el riesgo al que están expuestos los menores hijos de mujeres víctimas de violencia de género y en diciembre había 1.448 niños y niñas en riesgo de ser directamente agredidos por los padres o las parejas o exparejas de sus madres: 4 en riesgo extremo (con grave riesgo para su vida); 153, alto y 1.291, medio.

 Cada vez que Interior detecta una situación de riesgo en los menores, alerta a los tribunales y a la fiscalía con una diligencia automática que persigue que se impongan medidas urgentes de protección.

La violencia vicaria se integró en la ley contra la violencia de género en 2021 y la norma se volvió a modificar en 2022 para reconocer como víctimas directas a las madres de menores asesinadas en crímenes vicarios, que hasta ese momento no tenían derecho a las ayudas del Estado.

El 016 atiende a todas las víctimas de violencia machista las 24 horas del día y en 53 idiomas diferentes, al igual que el correo 016-online@igualdad.gob.es; también se presta atención mediante WhatsApp a través del número 600000016, y los menores pueden dirigirse al teléfono de la Fundación ANAR 900 20 20 10.

En una situación de emergencia, se puede llamar al 112 o a los teléfonos de la Policía Nacional (091) y de la Guardia Civil (062) y en caso de no poder llamar se puede recurrir a la aplicación ALERTCOPS, desde la que se envía una señal de alerta a la Policía con geolocalización.




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