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Vitoria, 1 feb (EFE).- Una jueza de Vitoria ha ordenado al Ayuntamiento de la localidad alavesa de Llodio readmitir a una trabajadora interina que no logró alcanzar el nivel de euskera exigido para su puesto al argumentar que la lengua vasca es el quinto idioma más difícil del mundo.

Así lo recoge el fallo de la magistrada del Juzgado de lo Contencioso Administrativo número 3 de Vitoria dictado tras el recurso que presentó esa trabajadora temporal, que solicitaba ser reconocida como empleada fija del Ayuntamiento de Llodio.

La demandante trabajó como funcionaria interina desde 2014 hasta 2020 y fue cesada el 6 de octubre de ese año ya que no tenía el perfil 3 exigido (PL3 equivalente al C1) sino que logró acreditar únicamente el perfil 1 (PL1).

El Ayuntamiento argumenta que en su toma de posesión, que firmó la propia trabajadora, se contemplaba la posibilidad de ser cesada si no cumplía los requisitos de euskera, y que ella, tras hacer 8 cursos de aprendizaje de esa lengua en los que invirtió 1.295 horas fuera de su jornada laboral, solo consiguió el nivel 1 (PL1).

La jueza recuerda en primer lugar que una directiva europea de 1999 impide que se exija determinados perfiles lingüísticos a los interinos mayores de 45 años y no a los funcionarios fijos mayores de esa edad.

En segundo lugar pone de relieve que la trabajadora invirtió 1.295 horas de su propio tiempo de descanso y de ocio y a pesar de ese esfuerzo alcanzó el nivel 1 de euskera.

"La Administración parece olvidar que el euskera ocupa la quinta posición de los idiomas más difíciles del mundo (en algunas listas aparece incluso el primero)", destaca el fallo, que recuerda que "la principal dificultad de esta lengua es que no comparte ninguna conexión con ningún otro idioma ya que ha evolucionado a lo largo del tiempo de forma aislada".

Añade que a ello se suma "la complejidad de su estructura y un vocabulario cuyas palabras cambian de significado al adicionarse uno de los cientos de sufijos, prefijos e infijos que se dan en esa lengua".

La jueza explica que un cese como este debería estar justificado por la "falta de capacidad del funcionario que lo ocupa", cuando esta interina "lo había desempeñado durante seis años sin que obren expedientes disciplinarios ni por falta de rendimiento".

A la vista de estos hechos y de la propia normativa vasca, el juzgado rechaza la pretensión de la trabajadora de que se le reconozca como empleada fija, pero declara nulo su cese y se le reconoce el derecho a ocupar otro puesto de igual nivel o similar.

Además declara que tiene derecho a una indemnización por los salarios que dejó de percibir desde que fue cesada.

El Ayuntamiento de Llodio por su parte ha anunciado a Efe que recurrirá esta sentencia




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