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  • La escala, la sensación del espectador al percibir el tamaño de las cosas, es un aspecto fundamental de la relación entre la persona y la obra de arte.
  • A los seminarios de los viernes asistirán 20 alumnos becados por la Fundación Notariado seleccionados por el Museo del Prado entre los solicitantes.
  • Raimundo Fortuñy: “A los notarios nos corresponde el mantenimiento esencial de nuestra función: ver al individuo en su escala natural, recoger su voluntad y plasmarla para su constatación independientemente del soporte utilizado”.

Con el título Reinvenciones de la escala en la pintura europea comenzó ayer XI Cátedra del Prado, patrocinada por la Fundación Notariado, primera de las cuatro conferencias y cuatro seminarios que se impartirán durante el mes de noviembre bajo el título genérico Las escalas de la pintura europea. Las conferencias correrán a cargo de Alexander Nagel catedrático en el Institute of Fine Arts de la Universidad de Nueva York y director de la Cátedra del Prado 2023.

En el acto de inauguración también estuvieron presentes José Ángel Martínez Sanchiz, presidente de la Fundación Notariado y del Consejo General del Notariado y Andrés Úbeda, director adjunto de Conservación del Museo del Prado. El profesor Nagel fue precedido en el uso de la palabra por el presidente del real Patronato del Museo del Prado, Javier Solana; el jefe de su Centro de Estudios, Javier Arnaldo, y el vicepresidente de la Fundación Notariado, Raimundo Fortuñy. Javier Solana y Javier Arnaldo agradecieron a la Fundación Notariado su apuesta por la Cátedra del Prado, una colaboración que se inició en 2019 con la firma de un Convenio entre ambas entidades. 

En su intervención Raimundo Fortuñy afirmó que la consideración del individuo como ser único y la necesaria adaptación al soporte para el desarrollo de la actividad por el artista, le evocaba la figura del notario a lo largo de la historia. Recordando las indumentarias de sus predecesores (sayuelos, túnicas, lechuguillas o gorgueras), o de los distintos instrumentos empleados (pluma de aves, tintero, pergamino o papel) para “dar fe de cuanto oyen ven y perciben”, el Vicepresidente de la Fundación Notariado expresó que al igual que el artista tuvo que adaptar el tamaño del individuo a la tabla o lienzo, el notario ha tenido que adaptarse a diferentes instrumentos. “A los notarios nos corresponde el mantenimiento esencial de la función: ver al individuo en su escala natural, como ser único que es, recoger su voluntad y plasmarla para su constatación y prueba, cualquiera que sea el instrumento utilizado y su soporte”, declaró. 

Por su parte, Alexander Nagel, pronunció la primera de las conferencias de la Cátedra: Reinvenciones de la escala en la pintura europea temprana. En ella, enfatizó la importancia que representa el periodo comprendido entre los siglos XIV y XVII para la pintura porque se convirtió en el medio artístico dominante. Afirmó que al redefinir constantemente su alcance, su ámbito y sus funciones, la pintura tuvo que abordar el problema de escala. Explicó que, en la mayoría de las ocasiones, el tamaño de una obra estaba influenciado por factores externos, como ocurría con los encargos de retablos, “que debían tener el ancho del altar, y solo podían crecer hacia arriba”, pero que la decisión sobre la escala siempre estaba en manos del artista: “es la manera en la que el artista maneja el tamaño aparente de sus figuras y la relación que tienen con el espectador” en la que también seguía criterios de orden y jerarquía.

Alexander Nagel considera que todavía hoy no se ha establecido un planteamiento aceptado sobre la escala en la pintura europea, que su estudio “apenas ha comenzado”. Desde este planteamiento, formuló una guía preliminar en la que observa tres fases: una primera caracterizada por una escala variable y múltiple con gran apertura a procedimientos de ampliación y reducción, es decir, de escalabilidad; una segunda fase marcada por la introducción de la perspectiva, no como representación del espacio vacío, sino como un método para regularizar relaciones proporcionales en el cuadro entre personas y entre personas y entornos; y una tercera fase, que comienza hacia 1500, la de la escala natural, en la que la escala de los cuadros se organiza en torno al cuerpo del espectador. 

Entre la fase I y II, como “momento bisagra” situó La Anunciación de Fra Angelico del Museo del Prado, un momento de transición entre la escala variable y la regularizada. Lo definió como el primer retablo concebido como campo pictórico rectangular sin fondo dorado, con una escala que se regula internamente, con una proporción de 1 a 2 entre las figuras de Adán y Eva, imágenes no pequeñas, pero subordinadas a las de la Virgen y el arcángel Gabriel.

20 alumnos becados por la Fundación Notariado 

La programación de la XI Cátedra del Prado está formada por cuatro charlas abiertas al público especializado y general, previamente inscritos, que se celebrarán cuatro jueves de noviembre a las 19h, y cuatro seminarios exclusivos para 20 alumnos becados por la Fundación Notariado y seleccionados por el Museo Nacional del Prado entre todos los solicitantes. El periodo de solicitud estuvo abierto desde el 10 de julio al 24 de octubre para jóvenes profesionales que no superasen los 35 años, con una titulación superior relacionada con los contenidos del curso. El Museo Nacional del Prado realizó la selección tras analizar su expediente académico, perfil formativo e interés por el curso. Los seminarios se celebrarán en las mañanas de los viernes de noviembre y en ellos se profundizará en los contenidos de las conferencias. 




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