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Hemos entrevistado a María Jesús González-Espejo Socia directora del Instituto de Innovación Legal y Presidente de la Innovation in Law Studies Alliance y esto es lo que nos ha contado sobre su trabajo como CEO del Instituto de Innovación Legal, Presidente de la Innovation in Law Studies Alliance y sobre las tendencias que está experimentando el sector legal y más particularmente, la abogacía en España. 

¿Cómo ha cambiado el ejercicio de la abogacía con la llegada de las nuevas tecnologías?

Mucho. El ejercicio de la abogacía claramente está sufriendo un impacto importante en tres formas. La primera porque hay tecnología que nos permite ser más eficientes y los abogados tenemos obligación de conocer esas soluciones y si es posible, incorporarlas a nuestra práctica. La segunda porque las administraciones públicas, los juzgados, los notarios, etc. están incorporando a su vez tecnología y en la mayoría de los casos, estamos obligados a utilizarla. Es decir, que aquí no hay opción. Por ejemplo, en el caso de España, o remites al juzgado la demanda a través del aplicativo que te ofrece el Ministerio o no está presentada. En tercer lugar, la tecnología es fuente de negocio. Los fabricantes de tecnología, los usuarios, los afectados por determinadas tecnologías (por ejemplo, la inteligencia artificial que ayuda a la toma de decisiones sobre créditos o subvenciones) necesitan asesoramiento legal, como también lo necesitan los legisladores que están teniendo que desarrollar los nuevos marcos legales.

¿Qué significa para ti innovar? ¿cómo pueden innovar los abogados, jueces, notarios, procuradores, etc.?

Innovar es hacer las cosas de forma distinta a la tradicional. Es buscar nuevas soluciones para los problemas o retos que tienen nuestras organizaciones. Solo se puede innovar si hay un líder que desea hacerlo y se disponen los medios para lograrlo (financieros, tecnológicos, de personas, de dedicación horaria). La innovación debe tener un propósito claro: lograr una organización más eficiente, ofrecer un mejor servicio, fomentar una sociedad más justa, menos corrupta, más transparente o participativa. Es decir, que la innovación debe inspirarse en valores, ser liderada y apoyada y centrada en las personas. Innovar por innovar no tiene sentido. Hacerlo para lograr un mundo mejor, sí lo tiene. 

Ejemplos de innovaciones son las que se derivan de las acciones de abogados que luchan por cambiar leyes injustas y lo logran. También la de los jueces que dictan sentencias novedosas que marcan un nuevo rumbo para la Justicia. Así como quienes se atreven a cuestionar instituciones jurídicas o procedimientos legales que no funcionan y es necesario rediseñar y también son innovaciones, las que suponen ofrecer servicios jurídicos de otra forma, transformando modelos de negocio obsoletos que no respondían a las necesidades verdaderas de los clientes o aquellas que ofrecen servicios que muchos necesitaban y nadie había sido capaz de diseñar. 

¿Cómo han cambiado los clientes en los últimos años? ¿Cómo son ahora sus necesidades? ¿Qué exigen ahora? ¿Cómo puede el abogado responder a estas nuevas necesidades?

El cliente quiere rapidez, calidad, precio, comprender. El cliente no acepta la falta de transparencia en los precios, las facturas inconsistentes con lo que se le dijo. El cliente quiere saber cómo va su asunto y quiere acceder a la información, cuando la necesita y desde donde más le convenga. El cliente necesita muchas veces un servicio transnacional, que hable idiomas, que solucione cuestiones novedosas, nunca antes vista. Y para satisfacer esas nuevas necesidades del cliente, los abogados tienen que aprender a trabajar rápido, sin dejar de lado la calidad, controlando el estado del asunto, permitiendo el acceso al cliente a la información relevante y hablarle y escribirle de forma que le entiendan. 

Lo virtual gana cada día más terreno ¿Qué tipo de herramientas deben adquirir los despachos de abogados?

Las soluciones básicas serían un ERP y un CRM; una solución de gestión documental; un sistema de comunicación y compartición de la documentación con terceros que permita encriptarla; una solución de firma digital y un sistema de videoconferencia.   

¿Cómo ayuda tu consultora el Instituto de Innovación Legal, a los despachos de abogados?

Desde el Instituto apoyamos a nuestros clientes para entender los cambios que se están produciendo en el entorno y cómo están afectando al sector legal. Les ayudamos a preparar a su equipo a través de programas de formación a medida en materias clave como son la innovación legal, la transformación digital, la LegalTech, las habilidades y metodologías que apoyan la innovación, como el trabajo en equipo, la comunicación persuasiva, el legal design thinking o el project Management

Además, diseñamos planes de innovación y transformación digital para despachos de abogados y otras organizaciones del sector legal y les ayudamos a hacerlos realidad ejecutando las acciones que en ellos se contemplen. Gracias a que en su día comenzamos a inventariar la LegalTech existente en www.comparador-LegalTech.com tenemos un gran conocimiento de las soluciones de software que pueden ayudar de verdad a los despachos y por eso, nos contratan muchos estudios de abogados para que les asesoremos a la hora de escoger e implantar la mejor LegalTech para sus necesidades concretas. 

¿Cuándo y cómo nació tu empresa?

El Instituto de Innovación Legal nació en mayo de 2016 aunque desde dos años antes, yo ya estaba trabajando en temas de innovación y trasformación digital desde mi otra consultora: www.emprendelaw.com. El Instituto nació focalizado en estos dos campos,  para ofrecer servicios a los despachos de abogados que desean abrazar la tecnología y hacerlo aprovechando de verdad sus ventajas. 

¿Cómo describirías el perfil del abogado bien preparado para el futuro?

Por supuesto, ser un excelente conocedor del Derecho en el que se especialice, pero, además, hoy requiere tener bien desarrolladas las destrezas interpersonales que le permitan conocer bien a sus clientes para ofrecerles los que necesitan; trabajar bien con otros pues cada vez resulta más necesario trabajar en equipo); comunicar de forma persuasiva; gestionar los asuntos como si fueran proyectos;

¿Cómo pueden hacer frente los abogados a la creciente competencia?

Hoy en casi todos los sectores hay mucha competencia, pero ver el mercado como un lugar “agresivo”, donde solo sobrevive el más fuerte es en mi opinión un error. Mi propuesta es mirar al mercado como si fuera un pedazo de tierra muy fértil donde sólo hace falta plantar la semilla adecuada. En todo mercado existen demandas insatisfechas. Clientes, consumidores, usuarios que desean que alguien haga las cosas de otra forma. Por eso la respuesta a cómo destacar sólo nos la pueden dar nuestros clientes. Los abogados deben acercarse a ellos y preguntarles: ¿Qué necesitas de mi y qué podría hacer por ti que hoy no estoy haciendo aún? Estoy seguro de que tras varias de esas reuniones las manos de mis compañeros comenzarán a llenarse de semillas. Sólo les quedará plantarlas, es decir, emprender….

María Jesús, ¿Qué importancia le das a la formación y cómo debe ser la que recibe un abogado?

La formación continua es uno de los pilares fundamentales del éxito profesional. La suerte que tenemos hoy es que la oferta formativa es inmensa: podcast, blogs, medios de comunicación, webinars, cursos, etc. Hoy, si uno quiere formarse, más que nunca aplica el refrán de: Querer es poder. Nosotros desde el Instituto de Innovación Legal nos ponemos al servicio de aquellas organizaciones que tengan la ambición de permitir a sus equipos formarse para afrontar el futuro con éxito. Nuestra ambición es ayudar a los profesionales del Derecho a surfear esta ola, sin caerse de la tabla. 

 




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