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  • “Tras 25 años en la actividad, hemos celebrado la apertura de un nuevo despacho en el centro de Barcelona,  con nueva disciplinas como el de Derechos bancario internacional y de consumidores. También hay planes para desembarcar en Madrid que estudiamos ahora”
  • “A mí no me gusta personalmente la reforma penal . Me parece ineficaz y alejada de los problemas del derecho criminal. Por ejemplo, con la figura del compliance, se carga a los empresarios de obligaciones, gastos y repercusión en la productividad de su empresa.”

Veinticinco años después aquella idea de Manuel Espinosa de crear un despacho de abogados sigue emergiendo con fuerza y con planes de crecimiento en otras ciudades españolas.  Nuestro protagonista de hoy tuvo claro la necesidad de contar con especialistas seniors en cada una de las jurisdicciones clásicas para configurar un bufete abierto a las necesidades de las empresas y particulares.   

“Tuve la gran suerte de encontrar compañeros de profesión con los que experimentar el crecimiento de la marca desde prácticamente los inicios. Cada nuevo socio se especializó en una de las materias del Derecho y creó sus propios equipos, la gran mayoría nos acompañan desde hace muchos años. Igualmente, y con la expansión actual, vamos incorporando nuevos perfiles a nuestro grupo”, comenta en esta entrevista que le realizamos. Con este experto jurista aprovechamos para analizar la última reforma penal, la actualización del baremo de los accidentes de tráfico o la actual protección del consumidor en diferentes perspectivas.

¿Ha cambiado mucho el ejercicio de la abogacía a lo largo de estos veinticinco años?

En lo esencial no, se trata de una profesión cuyo fundamento y sus principios básicos tienen su origen en las primeras civilizaciones. Sin embargo en la práctica ha experimentado los cambios propios sociales, incluso en muchas ocasiones el ejercicio de la abogacía ha sido la punta de lanza para provocar cambios en la sociedad. En esta línea, es constatable donde hay áreas del Derecho donde el avance es aún mayor, sobre todo en todas aquellas materias donde ha irrumpido la tecnología o la ciencia avanzada.

Da la sensación de que el cliente tiene más información y es más exigente con cualquier despacho de abogados…

Cierto. En general las personas, y no sólo cuando actúan de cliente, están más informadas, gracias precisamente a la gran información que hay hoy en día. Hay que esgrimir y discernir entre todo ese tipo de información, y es cuando entra en valoración el asesoramiento y la voz del abogado.

En estos años, la firma ha mantenido su independencia  ¿Cuál va a ser su proceso de expansión a medio y largo plazo?

Este despacho es, en su globalidad, privado e independiente, lo que nos ha conducido a poder ampliar sus horizontes, lo que ha conllevado un esfuerzo por parte de todos. En estos momentos, tras 25 años en la actividad, hemos celebrado la apertura de un nuevo despacho en el centro de Barcelona, en el que seguimos ofreciendo servicios de todas nuestras áreas competenciales, e incrementado otros como el de Derechos bancario internacional y de consumidores.

En un futuro cercano, además, prevemos tener más presencia en Madrid, donde habitualmente nos desplazamos, pero para ofrecer cobertura a nuevos y consolidados clientes.

Su bufete está configurado por especialistas seniors en diferentes materias. ¿Ha sido sencillo encontrar estos profesionales que ofrezcan este servicio de máxima calidad?

Tuve la gran suerte de encontrar compañeros de profesión con los que experimentar el crecimiento de la marca desde prácticamente los inicios. Cada nuevo socio se especializó en una de las materias del Derecho y creó sus propios equipos, la gran mayoría nos acompañan desde hace muchos años. Igualmente, y con la expansión actual, vamos incorporando nuevos perfiles a nuestro grupo.

En la actualidad, siempre ponemos en marcha procesos de selección para asegurarnos que encajan con el modelo de despacho y con nuestra filosofía. Valoramos por encima de toda su implicación y la ganas de ejercer la profesión, tanto conocimientos técnicos como la capacidad de atraer nuevos clientes, que, claramente, es otra forma de crecer.

Se habla de abogacía preventiva, pero ¿Qué hace falta para que un despacho la pueda poner en marcha?

Eso sería un desiderátum, un deseo que difícilmente sucede. No está demasiado arraigado en nuestra cultura. En la filosofía anglosajona igual funciona de diferente manera. Pero estamos en España. Pongamos por ejemplo las capitulaciones matrimoniales: una pareja que está ilusionada en su relación o incluso preparando su boda no está dispuesta a pensar en las consecuencias legales y económicas para una posible ruptura futura, separación o divorcio.

Lo mismo nos sucede a la hora de hacer un testamento, hoy día no pensamos más allá. El papel choca con la realidad que vivimos. Si bien existe algún ejemplo en que los clientes se acercan de manera preventiva, suele ser que ya están previendo un problema, y por tanto, dejaríamos de hablar del término abogacía preventiva en sí, puesto que ya estaríamos llevando un caso concreto.

¿Cómo se les explica a los clientes la profusión de normas que existen en nuestro ordenamiento jurídico? 

Intentamos no explicar algo que no compete a los clientes. Nos ceñimos a su caso concreto, a buscar la solución dentro del marasmo legal que pueda existir. En el caso de que el cliente nos pida esclarecer algún punto concreto, se lo detallamos según su petición dentro de nuestras posibilidades.

Desde el 1 de julio hay una reforma penal importante ¿Era la que hacía falta o se criminaliza al empresario?

A mí no me gusta personalmente la reforma. Me parece ineficaz y alejada de los problemas del derecho criminal. Por ejemplo, con la figura del compliance, se carga a los empresarios de obligaciones, gastos y repercusión en la productividad de su empresa.

¿Por qué se ha tardado tanto en configurar un baremo para las indemnizaciones de tráfico?

El baremo que lleva implantado desde el año 1995 para resolver las indemnizaciones de accidentes de tráfico, y que incluso después de forma análoga ha servido para valoraciones en otros campos ha sido reformado y es de aplicación para este año 2016.

En mi percepción sería mejor que se suprimieran los baremos preestablecidos o al menos lo que significa su aplicación automatizada que deja sin posibilidades reales al defensor de la víctima y sin discreción valorativa al juzgado.

Con todas las situaciones, preferentes, cláusulas suelo o derecho hipotecario, ¿no cree que algo falla en la protección de los consumidores?

Los avances en nuestro país en este sentido se producen por los mandatos de la jurisprudencia a nivel europeo, puesto que en España había importantes carencias en la protección del ciudadano.

Una de las posibles causas es la falta de tradición asociativa de los consumidores para la defensa de sus derechos, como sucede en otros países europeos.

De cualquier forma en cuestiones como preferentes, derechos hipotecario, entre otros casos, la fuerza de la unión de los consumidores ha conseguido algo que hace unos años era impensable. El Derecho y su aplicación es el que vence los problemas reales.




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