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Este post lo he enmarcado en la necesidad que se les presenta a los profesionales de cualquier ámbito de “tomar las riendas de su Identidad Digital o ID”, por diversos motivos que explico en todas mis ponencias o talleres.

Son tres motivos importantes los que me llevan a recomendar a los compañeros su actualización y reciclaje en el ámbito digital:

El primero, para que sus webs o blogs profesionales tengan mucha más visibilidad de la que tienen y así poder llegar a multitud de lectores interesados por su trabajo. Yo leo muchas plataformas digitales con buenos contenidos pero que están en el más absoluto ostracismo perdidas en la inmensidad de Internet.

Un segundo motivo, es puramente pragmático, para no entrar en la llamada “brecha digital” con lo que ello supone. Tanto Osuna Acedo S. como Aparici R.¹ afirman que “las personas que no tengan facilidad de acceso al ciberespacio y entren en la brecha digital corren el riesgo de exclusión social”. Por supuesto, que para un profesional entrar en la brecha digital podrá suponer la marginación en el ámbito laboral al que se dedique, tal y como afirman diversos expertos en Comunicación Digital del panorama nacional, entre los que podemos citar a Fátima Abril Dircom. de Intelligenia o Esteban Romero de MediaLabUGR en la Universidad de Granada.

En tercer lugar, animo a los profesionales a tomar las riendas de su ID y por tanto a gestionarla para no depender de lo que terceros digan de nosotros, sino que potenciemos nuestra Reputación Online a través de la marca personal.

Pero claro, pensar en todo esto supone una carga más de tiempo y dinero. Es cierto, es una carga pues implica una inversión y se necesita tiempo. Hay que asumir que ya no hay vuelta atrás, es como el tema del inglés, necesitamos ser bilingües por exigencias del mercado laboral, pues no menos importante es la asimilación de la Cultura de la Participación. Muchos queremos estar en las redes sociales, pero no se puede estar de cualquier manera, hay que saber estar.

Para ello, se debe de asimilar el conocimiento y las habilidades para comunicarse y relacionarse con un fin colectivo. Para el ciudadano digital, el saber gestionar su propia identidad digital debe convertirse en una competencia personal en la sociedad actual (Osuna Acedo S., Aparici R).

Cuando hablamos de “Cultura de la Participación”, ¿a qué nos referimos realmente? Desde hace más de una década, a principios de este siglo nació la Web 2.0 y con ella surge la cultura digital de la participación y a su vez una nueva disciplina o ciencia que estudia e investiga la realidad social que se produce en el ciberespacio, en el que millones de personas se expresan, conviven e interactúan a diario, del Fresno M.², la denomina “Netnografía”, pues necesitamos entender esta nueva realidad social.

La cultura de la participación implica nuevos modelos de comunicación horizontal, fomenta el trabajo colaborativo, ya que se dan relaciones que permiten compartir. Ésta se sustenta en los principios de la “Inteligencia Colectiva”: intercreatividad e interacción en la web 2.0.

Para quien no sepa la diferencia entre W2.0 y W1.0, comentaros que el paso de una a la otra ha supuesto un cambio disruptivo. Básicamente la antigua web era un escaparate en el que se veía una información en una pantalla fija. Ahora es un mundo de posibilidades, porque da pie a la interacción entre internautas, entre plataformas, entre plataformas y usuarios, empresas y clientes etc., es decir, hay una explosión comunicativa y de interacciones.

Nace el concepto de prosumidor, que es todo aquel ciudadano que consume internet, pero a su vez crea contenidos en su navegación, en su uso de la red. Surge, por tanto, el denominado “ciudadano Journalist” o ciudadano periodista que cambia de pronto el ecosistema info-comunicativo, modificando las reglas tradicionales de las audiencias de las redes habituales de comunicación como la institucional, la empresarial, los mass-media e industria cultural. Ahora la comunicación también está en manos de los propios ciudadanos, a través de los variados canales que llegan, como son las wikis, las bitácoras, los blogs, chat, comunidades o las potentes redes sociales.

Se han producido multitud de cambios que implican lo que se ha denominado la “IV Revolución Digital” y se siguen produciendo, ya que las Tecnologías de la Info-comunicación llevan un ritmo de vértigo.

Hoy todos tenemos en nuestro bolsillo un ordenador (Smartphone) con el que estamos comunicados a la red las 24 horas del día. Las empresas y las marcas se han dado cuenta del potencial que tiene el mercado de productos y servicios en la web. Para dar a conocer y vender sus productos nacen las técnicas de marketing y comunicación digital. Quien mejor las aprenda, antes la integre en su canal de comunicación, mayor ventaja competitiva obtendrá respecto al resto de competidores.

De todos estos avances y cambios, los profesionales no somos ni podemos estar ajenos, al contrario, tenemos que ser proactivos y ser conscientes de esta realidad.

Lola Prieto periodista experta en Gabinetes de Comunicación aconseja que se acuda a los expertos, pues hay multitud de consultoras y agencias que se dedican a la Comunicación Digital y la creación de marca, no resultando muy cara su contratación. La otra vía, no es otra que apostar por la formación de alguien de la asociación, o del gabinete, del despacho o estudio, etc. María Jesús González en su último post publicado por Law&Trends es contundente cuando dice que, “nadie cuestiona ya que <quien no tiene presencia en las redes sociales no existe>”, por lo que los despachos de abogados no pueden posponer por más tiempo la necesidad de dedicarles recursos (personas, tiempo y hasta dinero, en función de sus posibilidades).

El uso de las redes puede acarrear grandes beneficios para el negocio, desde ofrecer una imagen cercana y positiva del despacho hasta favorecer la comunicación con los clientes y mejorar el servicio”; ésta afirmación es extrapolable para cualquier profesión.

La ciudadanía digital participa en ámbitos virtuales dejando huella y un rastro imborrable que va constituyendo su ID. Una vez tomamos conciencia de que todo el mundo, le guste o no, tiene una ID permanente y habrá que plantearse si se pone en valor o no desde la perspectiva profesional. Se irá desarrollando y creando con todo lo que uno hace y dice en la red, a lo que hay que sumar como nos perciben los demás.

Cuando decidimos poner en valor nuestra ID es cuando potenciamos lo positivo y creamos nuestra Reputación on-line. Podemos hablar de reputación personal o reputación de marca, según decidamos crear una marca personal o potenciar la marca corporativa. Si nos decidimos por potenciar y dar valor a nuestro ID estaremos creando marca personal y para ello no hay nada mejor que tener un blog personal, apostando por los contenidos de calidad.

La pregunta del millón es, ¿y qué me aporta en clientes una web o un blog? Siempre contesto lo mismo: “los Millenials de hoy serán los clientes del mañana”, estoy seguro de que se generará un mercado en el que los que mejor posicionados estén en los buscadores y mayor reputación online hayan conseguido serán los más reclamados en su ámbito de actuación e influencia.

Cada vez más se consultan los buscadores para cualquier necesidad; los mediadores, los abogados, los psicólogos, los fontaneros, los taxistas, las agencias de viajes, todo absolutamente será contratado a través de un portal digital.

El 5G llegará en breve, esto supondrá otra revolución dentro de la multitud de cambios que están por llegar en no más de cinco años, y llega en compañía de los asistentes virtuales por voz e inteligencia artificial.

Otro reto a la vista, las imágenes y los vídeos posicionan mucho mejor que otros contenidos, ¿Nos haremos Yuotubers?, o ¿Instagramers?, yo estoy en ello.

En el próximo post os contaré como podemos monetizar nuestras plataformas dos punto cero. Todo no es obtener más clientes, ¡se puede vivir de Internet!. 

Citas:

¹Roberto Aparici, es Director del Máster de “Redes Sociales y Aprendizaje Digital” de la UNED, Dr. en Tecnología, Comunicación y Educación en la Red. Sara Osuna Acedo, Directora adjunta del Máster sobre “Tecnologías Digitales y Sociedad del Conocimiento” de la UNED. Revista Mediterranea de Comucicación (La Cultura de la Participación).

²Miguel del Fresno, Profesor Dr. en la UNED, Director de Unidad de Negocio y Director de Marketing y Comunicación.

 

Nota: Artículo original publicado en A Mediar Granada




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