La presidenta del Consejo General de la Abogacía, Victoria Ortega, ha inaugurado la jornada ‘La ciberseguridad en la abogacía como elemento de la confianza digital: buenas prácticas y RSE’, organizada dentro del ciclo ‘Ciberseguridad y Abogacía’ en colaboración con el Instituto Nacional de Ciberseguridad, INCIBE.
Victoria Ortega ha subrayado la importancia de la confianza en el ejercicio de la abogacía, añadiendo que “para que un cliente confíe en nosotros como profesionales de la justicia, la seguridad debe presidir todas nuestras acciones y por eso es imprescindible que tengamos la mejor formación de la mano de los expertos’. La presidenta de la Abogacía también ha recordado que “es fundamental tener un protocolo, un plan de reacción a ciberataques, anticiparse”, porque los ciberataques también afectan a despachos de abogados y existe un peligro real para la información del despacho. “Las claves de la ciberseguridad son la concienciación, la sensibilización, la formación y el apoyo de organismos expertos”, ha asegurado. Por último, Ortega ha agradecido la colaboración de INCIBE en materia de ciberseguridad.
A continuación Vicente Moret, letrado de las Cortes, ha hablado sobre “La abogacía dentro del entorno institucional de la ciberseguridad”. El letrado ha augurado que “la ciberseguridad cada va a ser más importante” y ha destacado varios temas importantes en materia de ciberseguridad a corto-medio plazo, como el incremento del número de dispositivos conectados a internet, la gobernanza de internet, la omnipresencia de lo digital o el anonimato en internet –que es un gran reto-. Ha señalado que España “no está mal” en ciberseguridad, porque según el Índice de Ciberserguridad de Naciones Unidas, España está en el puesto 9 de la UE y el 19 mundial. Respecto a las “tendencias” en ciberseguridad en 2017 ha enumerado algunas como ransomware, aumento de ataques a las redes de entidades bancarias, débil seguridad del ‘internet de las cosas’ o las posibilidades que se abren con la inteligencia artificial.Por último, ha destacado que el aspecto jurídico cada vez tiene más importancia en el ámbito de internet.
José María Gil Robles, socio del Bufete Garrigues, ha centrado su intervención en ‘Las buenas prácticas en la abogacía como elemento de confianza digital’, apuntando en primer lugar que “la concienciación es un elemento débil” en muchas empresas y organizaciones. En su opinión, en materia de ciberseguridad lo importante son las personas. “Uno puede invertir todo lo que quiera, pero si la personas de la organización no responden, la inversión no sirve”, ha subrayado. También ha destacado la importancia de la formación en materia de ciberseguridad, una materia que está ausente de universidades y másteres. Y junto a la importancia de las personas, ha recalcado la importancia del sentido común.
CIBERSEGURIDAD Y DEONTOLOGÍA
Tras la pausa café, Tomás González Cueto, socio de GC Legal y abogado del Estado en excedencia, ha abordado la ciberseguridad desde el punto de vista deontológico, destacando que la deontología debe ser referencia al acometer cualquier actividad como abogado y que no debe abordarse como una cuestión ética sino con una visión normativa. De los 152.000 abogados ejercientes, González Cueto destacó que un 71% -98.000 letrados- trabaja de forma independiente, dando lugar a una gran atomización profesional, además la abogacía es una de las profesiones que está regulada en más normas. Finalizó su ponencia destacando que al ser víctima de un ciberdelito el peor riesgo es de los daños reputacionales.
Aldo Alcese, experto en responsabilidad social empresarial, ha analizado los códigos de conducta y la ciberseguridad realizando una defensa de la autorregulación y el autogobierno desde el punto de vista empresarial. La ciberseguridad es uno de los elementos críticos de la RSE y de la buena gobernanza por lo que, defendió Alcese, es una cuestión que debe diseñarse desde el consejo de administración porque los riesgos tecnológicos pueden hacer desaparecer una empresa.
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