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  • El 39% descartaría una inversión si detectara fallos en la gobernanza de la compañía
  • El 68% afirma que el reporting no financiero ha jugado un papel relevante en sus decisiones de inversión, pero el 42% considera que esta documentación no es lo suficientemente precisa
  • El informe anual de las compañías es el documento de referencia de los grandes inversores para conocer la política medioambiental, social y de gobierno corporativo de un negocio

En un momento en el que la demanda de información no financiera (medioambiental, social y de gobierno corporativo) está en auge, las empresas están adaptando sus departamentos de reporting a las peticiones del mercado. El estudio Is your nonfinancial performance revealing the true value of your business to investors? de EY revela que el 60% de los grandes inversores consultados considera que las empresas no informan correctamente sobre los riesgos medioambientales, sociales y de gobierno corporativo que implica su actividad. Para elaborar este informe, EY sondeó durante el verano de 2016 a 320 grandes inversores de todo el mundo.

Los inversores valoran cada vez más la información no financiera, ya que el 68% de los encuestados afirma que estos datos han jugado un papel relevante en sus decisiones de inversión en los últimos doce meses, en comparación con el 52% de 2015. Asimismo, actualmente más de cuatro de cada diez sondeados considera ocasionalmente la información no financiera como decisiva a la hora de invertir. Por el contrario, un 16% no reconoce el impacto que tienen estos datos en las finanzas del negocio.

Los inversores analizan exhaustivamente esta información no financiera, hasta el punto de llevarles a aprobar o desechar posibles oportunidades. Entre las razones que llevarían a un inversor institucional a descartar directamente una inversión destacan el mal gobierno corporativo (elegido por el 39% de los encuestados) o los riesgos relacionados con los recursos humanos en las operaciones (32%). Además, entre los motivos que les harían reconsiderar una operación ya en marcha destacan tanto el pobre rendimiento medioambiental (76%),  los riesgos por escasez de recursos (75%) y el cambio climático (71%).

Según el 31% de los encuestados el informe anual de una empresa es el documento “esencial” en el que los inversores se apoyan para tomar decisiones y es considerado “muy útil” para el 32% de los consultados. Los informes integrados, la presencia en medios de comunicación y los comentarios de negocio, así como la web corporativa son otras de las fuentes de información no financiera calificadas de “esenciales”.

Sin embargo, del estudio de EY se desprende que los informes facilitados por las compañías no son todo lo precisos que los inversores desearían. Así, el 42% de los encuestados cree que la información no financiera a menudo es inconsistente, no está disponible o no está verificada.

Para Alberto Castilla, Executive Director de Gobierno y Responsabilidad Corporativa de EY, “aunque los directivos de empresas inversoras cada vez están más interesados en la actividad medioambiental y social, así como en la creación de valor a largo, se observa que la documentación aportada por las empresas es incompleta por no ser planificada integralmente. La información no financiera debería ser un elemento fundamental del reporting y precisa de la colaboración de los profesionales de las diferentes esferas de la organización así como la plena implicación del Consejo de Administración”.

Por otro lado, el 74% de los inversores consultados por EY reconoce que busca construir una reputación corporativa sólida entre sus clientes cuando desarrolla tareas de reporting de información medioambiental, social y de gobierno corporativo. El cumplimiento de los requisitos regulatorios figura en segundo lugar entre las motivaciones de los encuestados, con un 62%.

Para avanzar en las labores de reporting de la información no financiera de las compañías, EY ha establecido una serie de recomendaciones:

  • Cumplir con las expectativas de los inversores: La empresa debe tener una visión a largo plazo, considerar la aplicación de las sucesivas disrupciones tecnológicas, contribuir a hacer frente a los riesgos climáticos y asignar recursos suficientes a la división de información medioambiental, social o de gobierno corporativo (ESG por sus siglas en inglés).
  • Aprovechar las oportunidades: La compañía debe confiar en los estudios previos y en las evidencias y establecer una agenda en consecuencia. Debe  reforzar las relaciones con los grupos de interés y con el consejo de administración y hacer partícipe del sistema de reporting a toda la firma.
  • Centrarse en lo esencial: La firma debe focalizarse en la transparencia y en la puesta en marcha de un sistema que garantice que se abordan los desafíos medioambientales, económicos y sociales.



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